El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, afirmó que Brasil no descarta ayudar económicamente a los países pobres a combatir el cambio climático, pero dejó en claro que la mayor parte de los costos deben ser afrontados por las economías más ricas.
"No es un problema para Brasil contribuir con otros países. Ahora, está claro que la carga principal no puede ser responsabilidad de los países emergentes", dijo Amorim durante una visita a Bruselas, Bélgica, el domingo.
El cambio climático es uno de los temas principales en las discusiones que tendrán lugar esta semana en Estocolmo, Suecia, entre Brasil y la Unión Europea.
Los líderes europeos quieren el apoyo del gobierno brasileño para la propuesta de hacer que los países ricos y emergentes contribuyan económicamente a combatir el problema del calentamiento global en países pobres.
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