El Global Hawk es un vehículo aéreo no tripulado o VANT que lleva varios años surcando los cielos de mano de la fuerza aérea estadounidense con fines militares. Sin embargo, la NASA ha iniciado una misión llamada Global Hawk Pacific (Glopac), en la que se usa uno de estos juguetitos para recorrer 8.300 kilómetros en una misión científica.
Es así que el Global Hawk ha completado recientemente su primer vuelo en manos de la NASA, en el marco de un total de cinco los vuelos planificados, sobrevolando tanto el océano Pacífico como el Ártico.
El Global Hawk ha tenido que ser modificado para cumplir con su nuevo rol científico, pero mantiene su capacidad de volar hasta 18.200 metros de altura y su autonomía de 20.300 kilómetros, que lo ha llevado a ser uno de los VANT más eficientes.
El objetivo de nuestro queridísimo VANT es recolectar datos atmosféricos con mayor velocidad que cualquier otro método usado anteriormente, para así hacer estudios más complejos respecto de la evolución de los fenómenos atmosféricos, como también evaluar el efecto de los gases invernadero en zonas lejanas a los centros de investigación y muestreo.
Durante sus próximos viajes se espera obtener nueva información sobre la desintegración del vórtice polar, y en especial del estado de la capa de ozono en el norte del planeta. No obstante lo anterior, el nuevo programa tiene una serie de detractores, que desconfían de la remodelación del Global Hawk con fines civiles, aunque en el sitio oficial podemos ver información respecto de las misiones y del actual equipamiento del Global Hawk.
Más información: http://www.nasa.gov/externalflash/Glopac/
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