Jorge Olmedo / El Sol de MéxicoCiudad de México.- La organización ecologista Greenpeace denunció ayer que la Estrategia Nacional de Energía (ENE), que regirá la política energética nacional en los próximos quince años, contradice la política de cambio climático que se impulsa desde el Ejecutivo federal a través del Programa Especial de Cambio Climático (PECC).
En México, más del 60 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global, provienen del sector energía. Sin embargo, en la ENE, que se encuentra en discusión en la Cámara de Diputados, se mantiene el modelo de generación de energía con base en la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas), cuando es precisamente esta fuente la que genera la mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, que se buscan reducir con la implementación del PECC.
A través de un comunicado, Greenpeace señaló que un país que hacia el exterior se dice comprometido con luchar en contra del cambio climático y que en los próximos meses hospedará una reunión cumbre de Naciones Unidas sobre este tema no puede usar esta estrategia para aspirar reducir emisiones de bióxido de carbono (CO2) y por otro lado seguir generándolas.
En un contexto global de cambio climático acelerado y siendo México un país altamente vulnerable a los impactos de éste, la ENE debería revolucionar el modelo de generación de energía de México, poniendo el acento en el aprovechamiento del enorme potencial de las fuentes de energía renovable con que contamos.
Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de clima de Greenpeace México, destacó que la Estrategia Nacional de Energía establece también que ante la crisis energética actual y la amenaza del calentamiento global, es necesario incrementar la participación de energías limpias al 35 por ciento, pero incluye tecnologías no sustentables ni renovables como la nuclear o las grandes hidroeléctricas, que distan mucho de ser consideradas como tales.
Tanto la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento para la Transición Energética como el Programa Especial para el Aprovechamiento de las Energías Renovables, no definen ni contemplan ambos tipos de tecnologías como fuentes "limpias" de energía.
Más adelante, Beatriz Olivera, integrante de la campaña y especialista en temas de eficiencia energética, señaló que las grandes hidroeléctricas alteran seriamente ecosistemas, su construcción obliga al desplazamiento de comunidades, pérdida de tierras de cultivo y a la modificación de cauces naturales de agua.
En cuanto a la nuclear, si bien la generación de electricidad a través de esta tecnología no emite gases de efecto invernadero de manera directa, no significa que sea limpia y deba emplearse como una alternativa al calentamiento global del planeta, puesto que conlleva al grave y peligroso problema de la disposición final de los residuos radioactivos, que no es segura en ningún lugar del mundo.