GUADALAJARA, JALISCO.- Debido a que en la Cumbre del Cambio Climático en Copenhague es muy probable que no se logren acuerdos significativos en el tema, México tendrá que tener un papel “decisivo” y “coherente” en las negociaciones del próximo año ya que será sede de la siguiente reunión, expresó Patricia Arendar, directora ejecutiva de Greenpeace México, durante la presentación del Premio Nacional de Periodismo Ambiental 2010, en la Feria Internacional del Libro (FIL).
En entrevista, señaló que el programa que el Gobierno mexicano presentó este año sobre el cambio climático, tiene “metas de reducción poco ambiciosas, pues sólo 3.3% de la energía en el país es renovable y de esta manera las emisiones no se van a reducir, y están apostando exclusivamente a la eficiencia energética, que es ahorro de energía de los ciudadanos y de las empresas. Nosotros queremos metas más ambiciosas para que al fin de este sexenio (de Felipe Calderón) las energías renovables representen el 10%”.
Mientras este país siga siendo petrolero, “no habrá reducción de emisiones; se tiene que diversificar la matriz energética e implica detonar energías renovables”.
Para ello, puntualiza, los gobiernos deben destinar 1% del Producto Interno Bruto para atender los problemas del cambio climático.
La activista resaltó que 15% del territorio nacional tiene “graves” impactos por el cambio climático.
“El 70% de los habitantes está en riesgo. Con los datos que tenemos, necesitamos tomar decisiones claves, hay que mover a las poblaciones de sitios de riesgo, hay que cuidar el recurso hídrico y requerimos una ley de responsabilidad ambiental que castigue a quienes contaminen cuencas prioritarias del país”.
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