Las especies tienen que responder a los cambios que se producen en su entorno y adaptarse a ellos, o perecen. El gran cambio de escala planetaria que ahora afrontan es, obviamente, el calentamiento global, y la investigación de su respuesta es importante no sólo para anticipar qué va a suceder con la biodiversidad del planeta, sino también, tal vez, para echar una mano, al menos en los espacios protegidos, y ayudar a las especies a mantenerse al ritmo del cambio climático. Ese paso no es un concepto vago, sino una cuantificación precisa para un equipo de investigadores estadounidenses que ha calculado un índice de velocidad del cambio climático que determina cómo de rápido deben las especies desplazarse por el territorio en este siglo para adaptarse al aumento de temperatura. En concreto, la velocidad media de seguridad calculada por Scott R. Loarie y sus colegas es de 420 metros por año.
Las especies tienen que responder a los cambios que se producen en su entorno y adaptarse a ellos, o perecen. El gran cambio de escala planetaria que ahora afrontan es, obviamente, el calentamiento global, y la investigación de su respuesta es importante no sólo para anticipar qué va a suceder con la biodiversidad del planeta, sino también, tal vez, para echar una mano, al menos en los espacios protegidos, y ayudar a las especies a mantenerse al ritmo del cambio climático. Ese paso no es un concepto vago, sino una cuantificación precisa para un equipo de investigadores estadounidenses que ha calculado un índice de velocidad del cambio climático que determina cómo de rápido deben las especies desplazarse por el territorio en este siglo para adaptarse al aumento de temperatura. En concreto, la velocidad media de seguridad calculada por Scott R. Loarie y sus colegas es de 420 metros por año.