En diciembre, las naciones del mundo y la mayoría de sus líderes se reunieron en Copenhague para acordar acciones ambiciosas e inmediatas para combatir el cambio climático a nivel mundial. Ese resultado no se logró de forma completa. Por ello, la tarea ahora es mayor y no menos urgente. La ventana de oportunidad para hacer frente al cambio climático se cierra más rápidamente conforme las naciones se retrasan para actuar en conjunto.
Pero Copenhague ha elevado el reto hasta los niveles más altos de políticas gubernamentales, el nivel en el que se deberá resolver en última instancia. Aún más, lo que surgió de Copenhague fue un consenso entre los líderes sobre una respuesta colectiva a largo plazo frente el cambio climático y un conjunto de medidas para la acción mundial que casi se completaron. Todo ello, en conjunto, señala el camino a seguir para alcanzar la meta colectiva más amplia.
El Acuerdo de Copenhague fue diseñado por un grupo de países, que incluye a los más grandes, a los más ricos, a los más pobres y a los más pequeños, e incorpora a las naciones responsables del 80% de las emisiones mundiales. Representa una carta de intención política para limitar el aumento de la temperatura mundial, la cual pide a los países que registren los compromisos nacionales de reducción de emisiones y las promesas de financiación a corto y largo plazo para el mundo en desarrollo. El acuerdo no se adoptó como una decisión formal bajo la Convención de Naciones Unidas sobre el Clima. Sin embargo, sus propósitos están firmemente sostenidos en los objetivos de la convención. Ahora, cualquier país se puede asociar con tales objetivos. Muchos países en Copenhague se comprometieron a actuar y el mundo debe esperar que honrarán sus promesas.
viernes, enero 29, 2010
Próximos pasos ante el cambio climático
via lanacion.cl
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