“De Copenhague no salió el acuerdo que el mundo necesita para combatir colectivamente el cambio climático. Eso hace aún más urgente la tarea que tenemos por delante. Esto significa también que el margen de acción para resolver los problemas se torna aceleradamente más estrecho”, declaró Yvo De Boer, jefe de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, sin poder ocultar su decepción algunas semanas después de concluida la cumbre.
Parte de su trabajo es motivar una y otra vez a los gobiernos, los participantes y a la sociedad civil a seguir trabajando. El tiempo apremia: los efectos del cambio climático se han hecho realidad y mientras más se tarde el mundo en tomar medidas que mitiguen la catástrofe medioambiental, más costosas y peores serán las consecuencias. Al menos en aceptar esto último, la comunidad internacional logró un consenso.
Ingredientes daneses para un pastel mexicano
“Se podría decir que el pastel no se horneó en Copenhague, pero de Dinamarca los participantes se llevaron los ingredientes para hacerlo en México”, subraya De Boer. La tarta en cuestión tiene que ser un acuerdo vinculante entre los 192 Estados miembros de la Convención para el Clima de Naciones Unidas.
El llamado Acuerdo de Copenhague –resultado del encuentro y que se traduce en una declaración política de intenciones, no vinculante- no fue decidido en el pleno. Aunque hasta el 31 de enero todos los países que quieren firmar el acuerdo prometieron registrarse en la dependencia de Naciones Unidas, el documento de Copenhague, en realidad, no se puede firmar. Los objetivos de reducción de emisiones que cada Estado propondrá hasta finales de enero son sólo una intención, no una obligación. No obstante, tan grave como suena no es la situación.
viernes, enero 22, 2010
Cambio climático-ONU: la esperanza ahora se llama México
via dw-world.de
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